El boleto de Satanás (Rubroboletus satans) es una especie termófila del orden Boletales que ocasiona graves problemas gastrointestinales, siendo una de las intoxicaciones por setas más frecuentes en España, sobre todo en la mitad este peninsular, tras fuertes precipitaciones por la gota fría o tormentas (comunicaciones personales; ANÓNIMO, 2017). Dada su toxicidad es conocido con multitud de nombres vulgares en castellano (hongo de Satán, hongo del diablo, mataparientes, satán, seta de Satanás), en catalán (matagent), en euskera (satanas onddo) y en gallego (madeirudo do demo).
¿Cuáles las principales características macroscópicas, ecológicas y fenológicas del boleto de Satanás?
El boleto de Satanás se caracteriza por su gran tamaño, con un sombrero que puede alcanzar hasta los 30 cm de diámetro y los 2 kg de peso. Cutícula de color blanquecina con tonalidades gris oliváceas (a veces con esfumaciones rosas). Poros rojizo anaranjados que azulean a la manipulación. Pie corto, rechoncho, amarillento en la parte superior, rojizo hacia la base, decorado con un retículo, que azulea a la manipulación. Carne blanquecina con tonos amarillentos en algunas zonas, que azulea ligeramente al corte. Olor desagradable sobre todo en ejemplares viejos.
Es una especie de carácter termófilo, que fructifica a finales de verano y principios de otoños preferentemente en bosques de carpes, encinas, hayas, robles y tilos, ocasionalmente asociado a alcornoques y castaños. Tiene una marcada preferencia por los suelos básicos.

¿Cuáles son las principales setas comestibles con las que se puede confundir el boleto de Satanás?
El mayor número de confusiones se produce con ejemplares viejos de Rubroboletus satanas que han sufrido cambios en su coloración debido al calor o las fuertes precipitaciones tormentosas, que algunos aficionados pueden confundir desafortunadamente con dos especies excelentes comestibles como el hongo negro (Boletus aereus) y el boleto de verano (Boletus reticulatus). Aunque en teoría no deberían coincidir en los mismos hábitats pues el hongo negro y el boleto de verano son acidófilos mientras que el boleto de Satanás es basófilo, pero en la práctica se observan compartiendo los mismos hábitats en suelos con alternancia de materiales ácidos y básicos. Las principales diferencias son que tanto el hongo negro y el boleto de verano no tienen nunca los poros rojizos, y su carne es blanca inmutable (no azulean al corte).

Otra confusión habitual es con los boletos de pie rojo (Neoboletus erythropus, N. xanthopus), considerados buenos comestibles previa cocción (no recomendados su consumo para inexpertos), con los que puede compartir hábitat, que presentan la cutícula marrón aterciopelada, el pie punteado de rojo nunca reticulado y la carne amarillenta que azulea fuertemente al corte.
Cabe destacar que numerosas intoxicaciones se producen por la ausencia de conocimientos micológicos de algunos aficionados que se arriesgan a consumir esta especie dado su tamaño o la falsa creencia de que los Boletales no son tóxicos, por lo que en caso de duda se recomienda dejar los ejemplares en el campo o bien consultar a algún profesional de la sociedad micológica más cercana.
¿Cuáles son los síntomas de la intoxicación producida por el boleto de Satanás?
El boleto de Satanás es responsable del síndrome gastrointestinal o resinoide, que presenta un periodo de incubación corto (menor a 6 horas), tras el cual comienzan a aparecer los primeros síntomas principalmente nauseas, vómitos, dolor abdominal y diarreas. En algunos casos más graves pueden aparecer cefaleas, malestar general y sudores fríos. Generalmente los síntomas desaparecen en uno o dos días (ARRILLAGA & col., 2005)

La gravedad depende fundamentalmente de la cantidad ingerida, del estado de salud previo y de la edad. Así en caso de niños, ancianos y personas con patologías previas los síntomas pueden ser más severos pudiendo aparecer incluso cuadros de deshidratación graves con debilidad extrema, calambres musculares y mareos, que requieren un ingreso hospitalario para tratamiento sintomático de sueroterapia.
Es muy importante estudiar posibles intoxicaciones mixtas, para evitar el enmascaramiento de los síntomas producidos por especies más peligrosas de latencia tardía, ya que se pueden haber producido ingestas sucesivas o consumido conjuntamente especies potencialmente mortales. Debido a esto se aconseja realizar ante cualquier intoxicación rápidamente análisis de sangre y los test de amanitinas (estos test no se pueden realizar en todos los centros de salud).
Dado la escasa formación micológica en los centros hospitalarios la mayoría de intoxicaciones graves con síndrome gastrointestinal producidas por ingesta de Boletales son atribuidas al boleto de Satanás, aunque muchos casos pueden haber sido producido por otras especies que ocasionan síntomas similares (Imperator luteocupreus, I, rhodopurpureus, I. torosus, Rubroboletus dupainii, R. legaliae, R. lupinus, R. pulchrotinctus, R. rhodoxanthus, R. rubrosanguineus).

En caso de haber consumido esta especie por error se recomienda acudir rápidamente al centro de salud más cercano o llamar al teléfono del Servicio de Información Toxicológica: 915620420 (con atención 24 horas de todos los días del año por personal especializado) y seguir sus instrucciones.
Bibliografía
Libros:
ARRILLAGA, P.; AVILES, J. & X. LASKIBAR (2005). Setas e intoxicaciones. Munibe. 142 pp.
Prensa:
ANÓNIMO (2017). Hospitalizados cinco vecinos de Horna y Villalaín (Burgos) tras ingerir setas tóxicas. ABC Burgos. Castilla y León. Sucesos. Edición digital del 27/09/2007. Disponible en: https://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-hospitalizados-cinco-vecinos-horna-y-villalain-burgos-tras-ingerir-setas-toxicas-201709261203_noticia.html