Estamos encantados de la cantidad de Boletus edulis que este año están apareciendo por algunos de los montes de la Península, pero igual nos podemos confundirnos por exceso de confianza y llevarnos una sorpresa.
Imagínate, llegar a casa y preparar una suculenta receta y derrepente notar algo raro en el paladar -¡hoy los boletus estan extremadamente amargos!-. Pues bien, si te sucede esto es que has confundido el Boletus edulis con el Tylopilus felleus, un boletal de aspecto muy similar pero que gastronómicamente no tiene que ver nada. El Tylopilus felleus no es tóxico pero si tiene un sabor muy amargo.

Aún así el Tylopilus felleus es una especie rara, que aparece más bien aislada en grupos de pocos ejemplares o suelto en bosques de coníferas y planifolios.