El Instituto Europeo de Micología iniciará esta temporada micológica en su espacio experimental unos ensayos con riego en Pinar Grande para el estudio del cambio climático en la producción y diversidad de los hongos. Así lo adelantó el director del Instituto, Fernando Martínez Peña. El objetivo es aprovechar la zona demostrativa como recurso para el turismo micológico. A este respecto, insistió Martínez Peña en que «el estudio, en ningún caso pretende proponer la aplicación del riego en grandes extensiones del bosque, lo que no sería sostenible».

Y es que ante un escenario de cambio climático desfavorable para el recurso micológico, la Agrupación Europea de Cooperación territorial «Instituto Europeo de Micología» (AECT-EMI) iniciará el estudio de la adaptación al cambio climático de los modelos de gestión en territorios forestales de importancia micológica.

Para ello, en una primera fase, se ha establecido en un bosque de Pino albar (‘Pinus sylvestris’) ubicado en el recinto del Aula del Bosque del Amogable de Pinar Grande un nuevo sitio experimental con un sistema automático de irrigación por microaspersión que permitirá estudiar el comportamiento de los hongos ante dosis y frecuencias controladas de irrigación así como la respuesta fúngica a la exclusión o disminución de la precipitación.

«El sitio experimental contiene 16 parcelas de investigación de 30 por cuatro metros cuadrados en las que se monitorizará semanalmente la producción fúngica, la evolución del micelio en el suelo de especies diana como los Migueles (‘Boletus edulis’) y los níscalos (‘Lactarius deliciosus’) y la evolución de la diversidad fúngica utilizando técnicas de secuenciación masiva (metagenómica).

El establecimiento del sitio experimental ha sido financiado por la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, uno de los miembros fundadores de la AECT-EMI, y la monitorización, seguimiento, análisis y desarrollo científico serán coordinados por el Instituto Europeo de Micología con la colaboración de Micocyl-Cesefor.

Igualmente, está previsto implicar en el desarrollo científico a varios centros de investigación y universidades como la Universidad de Cambridge, el CITA de Aragón, el WSL de Suiza, el IRTA de Cataluña y la Universidad de Valladolid.

Manifestó Fernando Martínez Peña que el estudio tendrá igualmente otra función relacionada con el fomento del micoturismo sostenible en el entorno, ya que permitirá disponer de espacios demostrativos controlados en los que los turistas que visiten el Aula del Bosque del Amogable podrán observar fructificaciones de setas en distintas etapas de desarrollo.

Además, permitirá ampliar el periodo de fructificación otoñal, desde principios de septiembre hasta finales de noviembre, con independencia del régimen de precipitaciones. A este respecto, aseguró que «el estudio, en ningún caso pretende proponer la aplicación del riego en grandes extensiones del bosque, lo que no sería sostenible». Todo lo contrario: «Se trata de aprovechar el sitio experimental como espacio demostrativo para mejorar el conocimiento del recurso por parte de los micoturistas y fomentar las buenas prácticas de recolección y el respeto por el bosque y sus aprovechamientos sostenibles».

Fuente: Heraldo de Soria

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