El pasado domingo visitamos Ocentejo, pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara, gente acogedora y un entorno espectacular.
Situado en el Parque Natural del Alto Tajo, es un lugar idóneo para conectar con la naturaleza, y por supuesto, la micología. Son numerosos los senderos que invitan a recorrer sus montes y extensos bosques de pino y carrasca, hábitats que tantas alegrías deparan en temporada de setas, para disfrute de visitantes y los propios vecinos. Sin olvidar al protagonista de la zona, el río Tajo, que da nombre al municipio, (Oz en Texo, en castellano antiguo) Hoz en Tajo, formando un valle que parece no tener fin, de enorme belleza, riberas que apasionan a todo setero, y en especial, a los amantes de las Morchellas.
En esta ocasión la hoz se viste de otoño y nos deja estampas maravillosas, algunos parajes que impresionan, como el conocido “Hundido de Armallones”, curioso cañón formado por los desprendimientos de enormes bloques de roca caliza, digno de visitar y disfrutar de la ruta, del Tajo y sus aguas cristalinas, los buitres leonados que nos acompañan durante todo el trayecto.
Cesta y Setas colaboró en la exposición preparada para la ocasión, compañeros de Cuenca se desplazaron hasta la localidad serrana para participar en la actividad. En ella se mostraron algunas de las setas y plantas más características de la zona y el Alto Tajo. Variedad de especies y charla de la que todos los asistentes pudieron disfrutar, todo un éxito participativo.
Como clausura de la jornada disfrutamos de un picoteo popular, entre experiencias y anécdotas de monte pudimos degustar alguno de los Boletus edulis previamente recolectados.
Autores: Sergio Abarca y Jairo Abarca