Es sin duda la forma de presentación más frecuente (más del 50 %). Las especies responsables pertenecen a diversos géneros: Lactarius, Russula, Boletus, Tricholoma, Entoloma, Clitocybe, Onphalotus, Scleroderma, Agaricus, Clorophillum, Hebeloma, Nematoloma y otros. Se han aislado en ellas diversas substancias de heterogénea composición química, con efecto irritante sobre el tubo digestivo. La sintomatología es precoz: entre 30 minutos y 4 horas después de la ingestión aparecen náuseas y vómitos, muchas veces acompañados de dolor abdominal y diarrea. En general evolucionan espontáneamente hacia la curación en el curso de uno o dos días. La única complicación posible en algunos casos es la deshidratación. El tratamiento es sintomático, la evolución benigna y la mortalidad nula.

Debe sospecharse una ingestión de setas frente a cuadros diarreicos de aparición otoñal. Existe la posibilidad de los «síndromes mixtos», en los que junto a setas muy tóxicas, del tipo de la Amanita phalloides, se han ingerido las setas responsables de la gastroenteritis banal. En estos casos, los vómitos y diarreas tempranos vienen a ser un beneficioso mecanismo de eliminación de las setas más dañinas. No obstante, pueden persistir restos de las mismas en el intestino sin ser expulsados. Por ello es recomendable en los casos de gastroenteritis por setas, en especial si no se han podido precisar las especies ingeridas, mantener a los pacientes en observación hasta las 15 – 18 horas post-ingestión. En los casos de «síndrome mixto», hacia las 8 – 10 horas el cuadro clínico empeora en forma súbita, se incrementan los dolores abdominales y la diarrea se hace coleriforme. En ese momento está indicado iniciar el tratamiento correspondiente a una intoxicación por setas hepatotóxicas, y enviar una muestra de orina para determinación de amatoxinas. En realidad, ésta podría ser solicitada sistemáticamente en todos los casos de síndrome mixtos en los que no haya sido posible el diagnóstico botánico.