Podría ser el título de una buena comedia pero mucho más lejos, el acecho a la Reina de las Setas, la Amanita caesarea es un serio reto para los seteros más expertos. Lo caprichoso de las condiciones que necesita para fructificar hacen que su recolecta suponga todo un premio a la constancia de aquellos recolectores que tienen a esta seta como meta esta temporada estival. La oronja, yema, tana, cesárea, ou de reig,…., a poco que el clima la acompañe hará el deleite de los atrevidos a adentrarse en su territorio. Los carrascales, castañares, alcornocales y robledales serán los espacios donde se librará la batalla contra esta preciada seta fugaz como una estrella. Los más expertos saben que recolectarla supondrá visitar varias ocasiones el lugar del encuentro y venir de vacío invirtiendo tiempo y dinero en cada desplazamiento, y aún así no está asegurado que se vaya a recolectar. Sus exigencias son tan caprichosas que las brotadas en determinadas zonas apenas duran unos días, con lo que no ir durante esos días convertiría en inútiles el resto de inspecciones previas. Lo que está claro que le van las tormentas de verano cuando el calor del suelo es elevado, esa fuerte oscilación térmica del suelo le gusta de forma considerable. No es raro que en las 2 o 3 semanas posteriores a una fuerte tormenta se comiencen a ver las primeras cesáreas, así que estar atentos a vuestros setales, no sea que venga la reina y se encuentra que no está preparado el protocolo de recepción.