Se trata de la Choiromyces magnusii. Es muy apreciada gastronómicamente en algunas zonas de Extremadura y Andalucía donde se le conoce con el nombre de «criadilla jarera«. Crece en primavera, en terrenos ácidos y exclusivamente bajo Cistus ladanifer (jara pringosa). Aunque su desarrollo es hipogeo, la Choiromyces magnusii se puede detectar su presencia por las grietas que forma en el suelo al crecer. Alcanza un tamaño grande, hasta 10-12 cm. Son de color blanquecino a marrón claro, muy irregulares en su forma, gibosas y con surcos profundos que dificultan mucho su limpieza a la hora de cocinarlas. Su interior es blanquecino a marrón, según su grado de madurez, y recorrido por venas estériles blancas, sinuosas, que no llegan a circundar completamente las áreas de tejido fértil. Su olor es débil, distintivo.
En la localidad de El Almendro (Huelva), se viene celebrando desde hace años, en el mes de abril, una feria gastronómica dedicada a esta “trufa”. Allí es conocida como “turma” y “trufa blanca de El Andévalo”
Texto: Trufamania.com