Después de las lluvias primaverales el perrechico comienza a poblar los corros de brujas que ya tiene bien quemados. Sus bordes a fructificar en forma de pequeños primordios blancos y con un aroma inconfundible.
Seta apreciada sobretodo en el norte, donde es más abundante en sus prados y planicies, aunque más difícil es encontrarla en bosques donde también aparece y donde se hace muy difícil encontrarla al no aparecer tan marcado el corro de brujas.
El País Vasco, Navarra y La Rioja son las comunidades más propicias para su búsqueda y allí son perseguidas. No exenta de la polémica del tamaño por se recolectada con calibres en ocasiones vergonzosos. En algunos lugares esta siendo regulado.
Un consejo para no desperdiciar un solo trozo de este manjar es cepillarla, con un cepillo para limpiar setas.