Hacía ya veranos que no nos encontrábamos un mes de agosto tan favorable en la fructificación de setas comestibles.

Las lluvias en formas de fuertes tormentas que azotaron el norte de la Península Ibérica junto con las temperaturas medianamente suaves se han traducido en floradas de setas espectaculares. Las protagonistas están siendo varias de las especies más cotizadas para los buscadores de setas. Los primeros de ellos fueron los Boletus aereus, fieles a su respuesta después de las llamadas en forma de truenos y lluvias abundantes sobre los encinares y robledales de Montes de Soria y las provincias cercanas, además de todo el Prepirineo desde Huesca a Girona. Al poco tiempo aparecieron las Amanitas caesareas, la «reina», que se dejo ver en forma de especulares corros restando protagonismo a su fiel amigo el boletus.

Las lluvias continuaron en determinadas provincias: País Vasco, Navarra, Huesca, Lérida, Girona… y sobretodo las setas de los hayedos que necesitan humedad como los Cantharellus y los Craterellus empezaron a despertar. Volvió a llover y no había dudas de lo que se avecinaba, una gran brotada de Cantharellus cibarius (rebozuelos) que poco a poco se esta manteniendo. Entre medias brotadas más tímidas pero sorprendentes de Trompetas de los muertos y Angulas de monte.
Ahora, muy posiblemente, le toca a setas de ciclo más largo como los níscalos. ¡Prepárate para un final de agosto setero!

Este fin de semana me voy a Andorra, alguien sabe si han salido ceps .