Si algo tiene la primavera setera es que al final de esta, después de los marzuelos, las colmenillas y los perrechicos, aguardan los primeros boletus. En zonas de montaña como La Sierra de la Demanada (Burgos), El Pinar Grande (Soria), Sierra de Albarracín (Teruel), Sierra de Gredos (Ávila y otras provincias) su explosión permiten jornadas gloriosas para quien se lanza a buscarlos y se olvida de los días de calor en cotas bajas.
El Boletus pinicola es el gigante de primavera que aparece solo en determinados sitios, en otros lugares es exclusivo de otoño, pero la diferencia de temperaturas y condiciones hace que se produzca esta maravillosa experiencia que permite adelantarnos a coger los primeros antes de otoño.
Su explosividad, su gran tamaño y su potencia al salir del suelo hacen que este goliat de los bosques nos premie un final de primavera como el buen setero se merece. No obstante no todo suele ser color de rosa y en la mayoría de ocasiones vienen repletos de «habitantes», suerte de quien consigue encontrarlos sanos y en su momento óptimo.
Así que coge tu mochila de setas y adéntrate en el bosque en los próximos días, cuando aprete el calor porque todo hace pensar que será un buen año para esta seta. Y según nos cuentan nuestros colaboradores en determinadas zonas ya han aparecido los primeros.